Las luces de la ciudad se encuentran apagadas, hace rato. Otras luces caprichosas comienzan a encenderse y yo pienso en este tema que a tantos hijos perturba y a otros no. Los padres. Esa raza de seres increíbles y extraordinarios que no entienden la ímpetu de la juventud, las responsables irresponsabilidades de nuestra era, los super heroes sobre protectores de nuestra era, los "Super Man" de generaciones.
Por que lo hacen? Quien les pidió que lo hagan? Quien les dijo que nosotros necesitamos protección ante la vida? Pues nadie.
Nosotros, los jóvenes, no entendemos que los padres/madres no nacen, tanto como nosotros, con un manual debajo del brazo explicando como funciona esto de ser padres o hijos. Como los jóvenes, aprenden con el marchar del tiempo. Los padres se vuelven capaces de comprender lo incomprensible al mismo tiempo que los hijos nos volvemos menos tolerantes a las impresiones personales de los padres. Entendemos, por problemas generacionales, que los padres nunca van a entender nuestros problemas. Pero siempre olvidamos que ellos ya los pasaron. Pensamos que las cosas que dicen, sea cual fuere eso, lo dicen por mera tortura y no por experiencia; por que nos valemos de los tiempos cambiantes en nuestra sociedad para tirar por el indoloro todo lo que tengan para enseñar. Reaccionamos altaneros ante cualquier sugerencia de vida. Somos reaccionarios y reactivos ante cualquier sugerencia. Y cualquier medida disciplinaria que tomen nos parece absolutamente represiva ante nuestros derechos de hijos.
Y siempre olvidamos que ellos representan la voz de la experiencia. Ellos pasaron por las mismas circunstancias que estamos pasando nosotros como hijos. Esencialmente nos olvidamos que ellos fueron hijos.
Hasta ahora no les propuse nada nuevo, simplemente les estoy recordando lo que ya saben y quieren obviar.
Pero que pasa cuando empezamos a meditar sobre esto tan simple y a la vez tan confuso y complicado? Que les surge desde las entrañas hacia la boca? Seguramente, y quizá hablo por experiencia propia, es un perdón hacia ese amigo llamado padre/madre que les dio vida. Y automáticamente me sugiere un gracias.
Por que no debemos olvidar nunca que nuestros padres se valieron de un deseo absolutamente egoísta para traernos a la vida y en el momento que nosotros aparecimos en escena, ese deseo, tan egocéntrico -de tener un hijo propio- se trasformo en altruista y desinteresado. Se transformo en un deseo de esperanza y prosperidad. En un proyecto de lo mejor de uno, en un ser que esta en desarrollo y es para el resto de sus vidas. En un ser que podría cambiar al mundo si así se lo plantease. Todo depende de cuanto se le pueda enseñar. Y no de cuanto pueda aprender. De un egoísmo extremo hasta un altruismo descomunal hay muchos paso. Y estos no se caminan en un solo día.
Por eso les propongo, como siempre, a los padres que se sinceren con sus hijos, que les expresen el esfuerzo y el cariño que les tienen; y a los hijos les sugiero que admiren a ese amigo tan especial que les dio vida, por que les aseguro que están haciendo lo mejor que saben hacer para que sean personas. De bien o mal, pero personas. Y eso es tan valorable como el Dios que deseen venerar.
Creo que no hay padres malos, sino padres que hacen lo que pueden. Lo que saben hacer. Lo que aprendieron o están aprendiendo a hacer. Pero de cualquier forma es valorable el esfuerzo. Así como creo que no hay hijo que sepa afrontar a un padre, por que en esto de ser padres e hijos se aprende con el marchar del tiempo. Y los que no nacieron para padre o hijo se las ven con el cruel destino del olvido. Para ellos les propongo la adopción, por que se y estoy seguro que siempre hay alguien dispuesto a hacerse cargo con amor, de algo que no le corresponde.
Finalizando mi exposición de hoy, les comento un chisme personal. Si les interesa lo siguen. Ninguno de mis padres son lo que soñaría como padres. Pero he aprendido a aprender de ellos tanto, que no los cambiaría por nada. De ellos aprendí el respeto, el amor, la comprensión, el significado de la ira y el odio, el dolor del olvido, el amor de rencuentro, la solidaridad e infinidad de cosas mas. Dense la oportunidad de aprender de ellos, sin buscar justificativos, sin excusas y sin pretextos. Les aseguro que van a ser recompensados inmensamente.
En la próxima entrada voy a hablar un poco del amor. Vamos a ver que pasa, les parece?
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