lunes, 18 de junio de 2012

Les Amis

Muchas veces no valoramos lo que tenemos hasta que lo perdemos. Muchas veces nos olvidamos lo valiosas que son las cosas que tenemos, pues están al alcance de la mano. Damos por sentado el esfuerzo que pusimos para adquirir algo por que no solemos mirar atrás y refeccionar sobre ello. Esto hablando de las cosas materiales que adquirimos con el pasar de los años (a pesar de la inflación, devaluación y las deudas).
Pero cuando hablamos de personas y de las relaciones humanas, se nos abre un abanico de situaciones que, en mi humilde opinión, vale la pena reflexionar. Y que mejor que comenzar esta tirada de reflexiones sobre las relaciones humanas que hablando de LOS AMIGOS. No?
Solemos decir que la familia uno no la elije, pero a los amigos si. Y me parece que es cierto solo parcialmente. Sin ninguna duda la familia es un hecho, un hecho que no podemos manejar ni controlar ni elegir. Nadie nos da un catalogo antes de nacer y nos propone modelos familiares. Pero los amigos tampoco vienen en catálogos, y creo que tampoco podemos manejar a conciencia quienes elegiremos como amigos. Siempre hablando de esos amigos del alma, los incondicionales, los que están a pesar de la distancia o de las diferencias. Y en este punto quiero hacer hincapié.
Uno durante la vida se hace "amigo" -por decirlo de alguna forma- de un variado grupo de personas. Solemos tener "amigos" de la escuela a la que asistimos cuando jóvenes, "amigos" que nos hicimos en el lugar donde trabajamos, "amigos" de la vida y algunos circunstanciales que aparece como paracaidistas en alguna fiesta y nos divierten la velada aunque nunca mas los veamos. Esto no es nuevo. Lo nuevo son las comillas que puse en la palabra amigos. Por que? Pues por que creo que la palabra "amigo" tiene una connotación tan fuerte que solo puede ser usada para adjetivar a esas personas que verdaderamente son amigos. Un amigo no te elige, un amigo ES un amigo. Es uno de los pocos hechos mágicos de esta vida que no tienen explicación, a mi entender, a pesar de que lo tenga para algunos especialistas y expertos. Uno no nace con amigos, pero vive toda su vida con ellos. Uno no elige a sus amigos, simplemente se hace de amigos. Los amigos te quieren en las buenas y en las malas, cuando estas cruzado e irritable (e irritante), cuando te ganaste la lotería, cuando no tenes un peso. Te acompañan en el frío a tomarte un colectivo a las 4 de la mañana balbuceando de manera descontrolada (probablemente bajo los efectos del alcohol u otras sustancias, según me contaron) o te acompañan a tomar el subte un día de Enero, con 48 grados a la sombra. La cuestión es que ellos siempre están, a pesar que no estén físicamente. Esto tampoco es nuevo, y acá no hay comillas. Lo que si pretendo que sea nuevo es el ejercicio de revalorizacion de los amigos.
Para esta entrada, pensé mucho. Y me di cuenta que todos sabemos quien es nuestro verdadero amigo, eso no es ningun secreto, pero damos por sentado lo vaioso que es tener los amigos que tenemos. Amigos que, por ejemplo, hace mas de 15 años que venimos soportando y que con un esfuerzo sobre humando nos soportan a nosotros (lo se muchachos). Amigos que están siempre, para charlar de la vida, de filosofía, de las mujeres, los chicos (para ellas), o simplemente para quedarse ahí mudos cuando así lo necesitamos. Y eso es, que están siempre. 
En estos momentos donde, lamentablemente, lo único cierto y seguro es la incertidumbre, saber que podemos contar con gente incondicional es una bendición. Saber que tenemos alguien dispuesto a darnos una mano a cambio de absolutamente nada es un regalo divino que tenemos que valorar. Les recomiendo que a todos los que lean estas lineas, que se hagan un tiempito para pensar en sus amigos, para recordar las buenas y las malas y para darse cuenta y valorar que ellos siguen ahí a pesar de todo. También demosle un espacio en nuestros corazones a aquellos que no vimos mas, por que ellos también formaron parte de nuestras vidas, mas no sea por un breve minuto; y si tienen agendados sus números o mails o lo que fuere, contactense con ellos, por lo menos para preguntarles como andan. No se van a arrepentir. Y a los que tienen cerca y los ven todos los días, denles un abrazo, díganles cuanto los quieren y cuan importantes son en su vida. Y demos gracias por ellos, todos los días. No se van a arrepentir.
Para ir finalizando, aprovecho a saludar a mis amigos. Que son de lo mas variado y maravilloso. Que a pesar de las vicisitudes, de las diferencias, de las distancias, mi volumen de voz y mis arranques de ira sin razón aparente, mi magia futbolistica y mi habilidad para el tenis, están.
Gracias.

2 comentarios:

  1. Venias muy bien, hasta tu magia futbolistica y habilidad en el tenis, falsa modestia? quizas? un condimento que algunas veces jode a las amistades. Igualmente me gusta tu estilo.

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  2. Gracias Por el comentario!
    Tratemos de interpretar el sarcasmo y la ironía no!?

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